
Su voz, tres y composiciones donde prima el humor y el doble sentido le ganaron un sitial en el panteón de los grandes del son cubano. Su sobrenombre viene de una de sus propias composiciones, “En Guayabero”:
“Trigueña del alma
No me niegues tu amor
Trigueñita del alma
Dame tu corazón
…
En Guayabero mamá, me quieren dar”
Que alude a la paliza que le habían prometido dar por enamorar a una mujer casada.
Tardía, aunque merecidamente, el Guayabero se hizo famoso mundialmente a raíz del proyecto Buena Vista Social Club, que impulsara Ry Cooder. “Candela”, uno de los éxitos, es su composición.
Otras de sus canciones son igualmente inolvidables: “Como baila Marieta”, de la que él mismo produjo diferentes versiones, “Oye el consejo”, “Mi son retozón”. A veces un halo machistoide tiñe las letras (“Por culpa de las mujeres”, “Te votaron” que alude a la “expulsión” de una mujer por un hombre).
Músico ambulante desde los quince años, el Guayabero muere a los casi cien, fiel a la causa—y a la revolución-- de un cáncer al hígado.
¡Salud por su música y su memoria!

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